Los usos y objetivos de la fotografía
La fotografía desde su aparición fue ganando cada vez más espacio dentro de la sociedad.
La cámara fotográfica fue inventada por Fox Talbot en 1839, y aunque al principio era utilizada exclusivamente para fotografiar a los miembros de la elite, treinta años después servía de utilidad para los archivos policiales, informes de guerra y reconocimientos militares. No pasó mucho tiempo hasta que la cámara fotográfica entró en los hogares de la clase media y se convirtió en un elemento fundamental, que acompaña, y por sobre todo registra, todos esos momentos que son de suma importancia para la familia: la ceremonia de boda, los primeros meses de los hijos, los primeros años de escuela, la graduación, las vacaciones de verano, los cumpleaños. ¿A qué se debe la importancia que tomó la fotografía dentro de los hogares? ¿Cuál es el verdadero objetivo de la fotografía en todas sus funciones?
Para poder explicar el rol que ocupa la foto, hay que comenzar por el significado que adquiere una fotografía y sobre los usos de la misma en diferentes ámbitos y situaciones.
La foto no es solo una imagen, es una huella de algo real, una experiencia capturada, un momento. Para el uso privado la cámara es una herramienta que contribuye a mantener viva la memoria de la familia. Dice Susan Sontag que “mediante las fotografías, cada familia construye una crónica-retrato de sí misma,” narra su historia, pero además forma parte casi esencial de una práctica que se incrementó en la era moderna: el turismo. El hecho de viajar en días de descanso hacia otras zonas implica ver otros paisajes, otros edificios, otra gente, realizar otras actividades y así mismo, poseer una cámara que certifique tu presencia allí, se vuelve algo necesario. Esa fotografía oficiará de memoria del viaje, de recuerdo, en palabras de Susan Sontag: “las fotografía documentan secuencias de consumo realizadas en ausencia de la familia, los amigos, los vecinos”.
Pero cuando la foto es de uso público suele representar un suceso que no tiene nada que ver con nosotros o con el significado original de ese acontecimiento, sino que solo somos espectadores. La fotografía, al estar fuera de contexto pierde toda significación. No narra por si misma sino que nos muestra solo una apariencia. En la vida contemporánea se vive además una espectacularización de las cosas: la naturaleza, la historia, el sufrimiento, el sexo, la política, y es a través de las fotos que los hechos se hacen visibles y son consumidos como espectáculo.
Desde que la fotografía entró en la vida familiar y en el ámbito público, comenzó a ser utilizada para retratar la realidad. La fotografía “le confiere importancia a los acontecimientos y los vuelve memorables”, cuenta la realidad y la transforma en lo real, para que la gente tome interés por diversos temas, los medios de comunicación se encargan de difundirlos a través de las imágenes. Cuando la fotografía cumple el rol de informar, se lo denomina fotoperiodismo.
El fotoperiodismo comenzó con el oficio de periodista de guerra, y tuvo su auge durante la Guerra Civil de EE.UU. en 1861. Ser corresponsal de guerra es un trabajo sacrificado y peligroso. Sacrificado por todo de lo que se privan los periodistas y fotógrafos, como mantener una familia convencional por ejemplo. Su profesión les demanda viajar constantemente durante largos periodos de tiempo, y los expone a los peligros que supone todo conflicto bélico.
El rol que cumple la fotografía en las guerras es esencial para que se conozcan las situaciones de otros países o zonas. Se espera que las fotos influyan en la opinión pública, que muestren lo que le ocurre. Como dice James Nachtwey, considerado uno de los mejores fotógrafos de guerra del mundo: “Si la guerra es un intento de negar la existencia de la humanidad, entonces la fotografía puede ser percibida como su opuesto, si se usa bien puede llegar a ser un ingrediente importante dentro un antídoto para la guerra.” Un claro ejemplo de ello es lo que ocurrió en la guerra de Vietnam, el material de los periodistas y fotoperiodistas contribuyó a que en Estados Unidos haya “defensores del enemigo”; comenzaron a surgir grupos pacifistas y a favor de los derechos humanos, oponiéndose a la guerra y los intereses del Estado.
Entonces, ¿es posible eliminar un comportamiento humano que haya existido siempre gracias a la fotografía?
Nachtwey se ha encargado durante su carrera a fotografiar guerras, conflictos y situaciones sociales precarias, igual que muchos otros fotógrafos. Y aunque sabemos que los comportamientos violentos no se han erradicado, al menos se tiene la esperanza de que gracias a la labor de reportero se den a conocer públicamente las situaciones de miles de personas, y que sea como dice Nachtwey, que los acontecimientos que se registren en zonas de conflicto no deberían olvidarse ni repetirse.
“Si todos pudieran ver por sí mismos el miedo y el pesar por una vez, comprenderían que nada justifica que eso le ocurra a una persona y mucho menos a miles. Pero todo el mundo no puede ir, por eso van los fotógrafos, para mostrar que lo que pase allí llegue a su fin, para llamar la atención sobre ellos. Para protestar y que esa protesta haga hacer a otros también protestar”.
James Nachtwey
War Photographer (Fotógrafo de Guerra) es un excelente documental que tiene como protagonista a James Nachtwey.
Muestra como desarrollan su oficio todos los periodistas y fotoperiodistas que trabajan como corresponsales en conflictos bélicos, y se centra en particular en Nachtwey, hombre reservado, de pocas palabras, con su tranquilidad ante las situaciones de pánico y las fotos emotivas y crudas que logra obtener, es considerado uno de los mejores fotógrafos de guerra del mundo.
Para ver el documental online:
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por Gisel Hernandez
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